
Un proyecto europeo del programa de TIC para la salud pretende mejorar la calidad de vida de los enfermos hepáticos crónicos con un sistema de teleasistencia que permita supervisar su estado desde su propio domicilio. El proyecto D-LIVER se centra en ayudar a pacientes que padecen enfermedades hepáticas en estado avanzado (muchos de ellos incluidos en largas listas de espera para trasplantes), ahorrándoles el enorme esfuerzo que supone desplazarse de forma habitual a centros hospitalarios para realizar pruebas y acudir a consultas médicas. Para ello, los miembros participantes están desarrollando un sistema de teleasistencia basado en TIC (tecnologías de la información y comunicación) que los pacientes podrán utilizar en sus hogares. El sistema D-LIVER les permitirá evaluar diversos parámetros bioquímicos y físicos fundamentales para conocer su nivel de bienestar y sus necesidades al instante. Uno de los objetivos de D-LIVER consiste en devolver el control al paciente. Gracias al nuevo sistema de seguimiento y asistencia a domicilio, que está conectado a sistemas utilizados por centros hospitalarios para la gestión de enfermos hepáticos, el proyecto aspira a mejorar la calidad de vida de aquellos pacientes que se encuentran en una fase avanzada de la afección. Estos pacientes podrían estar a la espera de recibir un trasplante, haberse sometido a una resección hepática (estando el órgano restante en proceso de regeneración) o encontrarse en una fase avanzada e inestable, con propensión a episodios de deterioro. Con el sistema creado por D-LIVER, el paciente inserta un chip de plástico de 3 x 3 cm en un instrumento de medición y posteriormente solo tiene que pincharse en un dedo y extraer una gota de sangre que, cuando se pone en contacto con la apertura del cartucho, es absorbida de inmediato por el dispositivo. Los resultados de las pruebas se obtienen de forma automática en solo unos minutos, incluyendo diversos parámetros (sodio, potasio, creatinina, bilirrubina, albúmina y tiempo de coagulación de la sangre). Además, D-LIVER ha creado un dispositivo portátil que permite la vigilancia continua de parámetros fisiológicos tales como el ritmo cardíaco, la temperatura, la actividad, la postura y las variaciones de la presión sanguínea. Igualmente, dispone de la posibilidad de realizar una prueba cognitiva por medio de una tableta (u ordenador pizarra) con el fin de evaluar la concentración y la función cerebral, dado que a menudo la elevada toxicidad hepática puede provocar un estado de confusión mental (encefalopatía). Estas pruebas pueden realizarse con la periodicidad que se requiera, diaria o semanalmente, y los resultados no solo pueden ser consultados por el paciente en el hogar, sino que también estarán a disposición de los profesionales clínicos encargados de su seguimiento desde el hospital. Fuente: Cordis Europa.